No significa ¡NO!
Para mí “No” significa “Sí” ¿”No" significa “sí”? ¡¿En serio?!
Esto es lo peor que he escuchado esta semana. Aunque el contexto no era el más desagradable, me conecta profundamente con el 19 de noviembre, Día mundial de la Lucha contra los Abusos Sexuales a Menores.
¿Cómo es posible que alguien diga que "no" puede significar "sí"?
¿Quién sabe mejor lo que quiere y siente, que uno mismo?
Estamos mal como sociedad si esta creencia sigue presente. A muchos les enseñaron que, aunque el niño dijera "no", si los adultos decían "sí", entonces "no" se convertía en "sí". Así, los sentimientos del niño quedaban invalidados.
Compasión para quienes crecieron bajo esa enseñanza, pero esto no puede continuar.
Estoy cansada de ver a familiares asumir roles en la crianza de nuestros hijos que no les corresponden. Algunos buscan relacionarse con los niños desde conductas como el "chichar" o molestar, pensando que así obtendrán atención. Tal vez no saben hacerlo mejor o lo hacen desde el miedo, temiendo que, si actúan correctamente y no logran captar la atención del niño, revivan heridas de rechazo de su propia infancia.
Además, juzgan la manera en que criamos a nuestros hijos porque ellos "vivieron de otra forma" y creen que esa es la única manera válida. Dicen cosas como: “Siempre se hizo así”.
Etiquetan de malcriados a los niños que son libres de expresar sus emociones o simplemente por ser lo que son: niños. Les exigen comportarse como adultos, arrebatándoles su infancia.
Forzar a un niño a dar un beso o un abrazo cuando ha dicho "no" es un atentado contra su integridad. No somos conscientes del daño que se causa al transmitirles la creencia de que los gestos de afecto deben darse por educación o respeto, aunque no se sientan.
No mostrar afecto cuando no se desea no es ser malcriado; es un signo de que el niño comprende que su cuerpo le pertenece, que nadie puede decidir sobre él.
NO es NO. No da lugar a discusión ni es negociable bajo ningún concepto.