LAS CREENCIAS
¿Qué son las creencias?
Una creencia es una idea o pensamiento que se asume como verdadero y que influye en todos los aspectos de tu vida. Básicamente, es el sentimiento de certeza sobre el significado de algo, y todo lo que aceptamos como real.
Las creencias afectan directamente la percepción que tienes sobre cualquier cosa. Ves el mundo a través de tus propias creencias.
¿Pero son las creencias verdaderas o falsas?
Rotundamente, no. Las creencias no son ni verdaderas ni falsas, ya que son totalmente subjetivas. Lo que para ti puede ser cierto no tiene por qué serlo para otra persona. La percepción de lo que es verdadero o falso depende, entre otras cosas, de las experiencias vividas.
Las creencias se adquieren desde que nacemos y, a lo largo de los años, se van reforzando. Una vez arraigas una creencia, tu mente siempre buscará referencias que la sustenten.
Por ejemplo, si crees que todo el mundo es infiel, tu mente siempre buscará evidencias (amigos que sufren infidelidades, noticias de famosos que han roto por una tercera persona, etc.) para reforzar esa creencia.
¿Qué tipos de creencias existen?
Las creencias pueden ser limitantes o potenciadoras.
Es importante identificar ambas: las limitantes deben ser modificadas y las potenciadoras deben ser reforzadas.
¿Por qué es tan importante detectar nuestras creencias?
Porque son el filtro a través del cual interpretamos todo lo que vemos, oímos y vivimos, dándole significado a lo que sucede a nuestro alrededor.
Tomamos decisiones basadas en el significado que damos a lo que ocurre. Lo que para una persona puede ser un obstáculo, para otra puede ser una oportunidad, y este significado proviene de las creencias de cada uno.
Presta atención cuando digas "yo creo que" o "yo pienso que", ya que lo que sigue a estas frases indica una creencia.
Por ejemplo, si crees que "yo no soy capaz de hacer un triatlón", esta creencia te está limitando. No te plantearás hacer uno algún día porque no te crees capaz. Esta creencia puede venir de una experiencia pasada en la que intentaste algo deportivo y fracasaste, o de comentarios ajenos que te hicieron dudar de tus habilidades. Sin embargo, ¿realmente es cierto?
Las creencias limitantes restan energía e impiden que tomemos acción. Para pasar de A (estado actual) a B (estado deseado), lo que interfiere en el camino son precisamente las creencias limitantes.
¿Qué pasaría si cambiaras esa creencia por "yo soy capaz de hacer un triatlón"?
Esta creencia potenciadora te llevará a actuar: buscarás cómo prepararte para lograrlo. Las creencias potenciadoras aumentan tu energía y te impulsan a tomar acción.
Ejemplo de cómo se crean las creencias en la infancia
Desde que somos niños, absorbemos información del entorno y, en base a las experiencias y las enseñanzas que recibimos, comenzamos a formar creencias. Estas creencias se arraigan en nuestra mente y, con el tiempo, se convierten en la base de nuestras percepciones y decisiones.
Yo veo las creencias como el material deportivo que utilizamos al entrenar o competir.
Si tienes unos pantalones cortos que te hacen rozaduras en la entrepierna, estos te estarán limitando a la hora de correr. ¿No sería mejor escoger unos pantalones que no te hagan daño, sean cómodos y te permitan disfrutar del entrenamiento o la competición?
Parece absurdo correr con algo que te limita, pero esto es lo que sucede en nuestras vidas cuando cargamos con creencias limitantes. Estas creencias no te permiten alcanzar el resultado óptimo al que podrías llegar.
Quizás hace años adquiriste unas zapatillas de correr que te funcionaban de maravilla, pero es posible que ahora ya estén viejas, hayan perdido amortiguación y sean lesivas para tus rodillas. Esas zapatillas cumplieron su función en su momento, pero ha llegado la hora de sustituirlas por unas nuevas que te permitan rendir al máximo. ¿No lo crees?
¿Ya sabes cuáles son las "prendas" que debes cambiar de tu armario?