Autoconcepto

Fragmento extraído de mi libro "Despertando el despertar"

 

El autoconcepto es la idea que tenemos sobre nosotros mismos, una creencia de identidad que influye profundamente en nuestra vida.

El cirujano Dr. Maxwell Maltz, en su libro Psico Cibernética, relata que, tras realizar operaciones estéticas, la vida de muchos pacientes mejoraba debido al cambio en la percepción que tenían de sí mismos. Sin embargo, también observó que, en otros casos, a pesar de corregir lo que los pacientes consideraban un defecto, no experimentaban mejoría alguna. Atribuían sus creencias de identidad a rasgos físicos que, aunque mejorados, no producían ningún cambio en su percepción. Incluso afirmaban que lo que se les había operado seguía exactamente igual, sin reconocer el cambio.

Maltz se dio cuenta de que el problema no era el rasgo físico en sí, sino el autoconcepto, que permanecía inalterado a pesar de la operación. El verdadero cambio que el paciente debía hacer era en su mente, en algo invisible para sus ojos, no en lo que podía percibir conscientemente a través de la vista.

Esta creencia que tenemos sobre nosotros mismos suele formarse en la infancia, cuando carecemos de los recursos emocionales para gestionar lo que nos ocurre. Desde pequeños creamos patrones de comportamiento que mantenemos hasta la adultez, a menos que lleguemos a ser conscientes de ellos.

Por eso es tan importante lo que se nos dice, o lo que decimos a los niños, ya que esas etiquetas pueden definir su identidad. Comentarios como “eres muy burro” o experiencias con alta carga emocional que refuercen ese mensaje pueden marcar al niño, creando una herida que influirá en el resto de su vida, a menos que algún día logre reconocerla.

Lamentablemente, muchas personas no ven más allá de lo que perciben con sus ojos. Algunas no son conscientes de ello, y otras prefieren no mirar hacia su interior, eligiendo el papel de víctimas y culpando a otros —ya sea a sus padres o a eventos pasados— por lo que son. Al asumirse como víctimas, justifican su comportamiento y evitan hacer algo para cambiar.

No obstante, si nos hacemos conscientes de que nuestro autoconcepto es el resultado de una decisión tomada en un momento dado, podemos modificar esa decisión hoy mismo y, al cambiar esa idea, crear un nuevo autoconcepto. Este nuevo autoconcepto determinará nuestras acciones y, en consecuencia, los resultados y la vida que llevamos.

Por esta razón, si queremos transformar lo que nos rodea, el primer paso comienza con el cambio en uno mismo.

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